Ritual posesivo


Varias semanas regresando sobre el libro que no puedo considerar terminado pero que obsesivamente reescribo y afino en su acabado. Trato de dar la mejor forma a una fidelidad a ultranza: fidelidad no a una realidad literal de mi vida o a una idea de la literatura y del mundo. Fidelidad más bien a una manera de estar en el mundo. Trato de ser fiel a cierto "sonambulismo del deseo". A una fuerza que me mueve y de la cual el libro es un ritual propiciatorio. Con extrema claridad veo mi rechazo a una forma narrativa tradicional y exploro límites nuevos de lo que hago. Con frecuencia esta exploración me hace estar más allá de mí mismo. Rebasado por mi experimento. A veces resulta bien. Otras hay que comenzar de nuevo. La forma misma de la novela es un extraño objeto de deseo. Trato de hacer un libro poseído, como mi personaje principal y sus encuentros y saberes.